Ver un peluche de 2,30m de altura, en el que se pueden meter personas de diferentes alturas que le dan vida, poder abrazarle, tocarle y achucharle cuando apenas hace 6 semanas era un trazo a lápiz resulta ser uno de los trabajo por los cuales hace ya muchos años algunos de nosotros quisimos dedicarnos al mundo de la publicidad y la comunicación.
Primero la idea, luego trazar las líneas maestras, presentar diferentes propuestas, definir las que más gustaban, darle volumen y preparar las artes finales para su producción y que el resultado sea tal y como se conceptualizó no deja de ser el resultado de un gran trabajo.
Y si además se nos encomienda hacer un vídeo que explique su nacimiento, sus funciones y valores pues qué más podemos pedir.
Desde aquí damos las gracias a los responsables de Renovatia que han confiado siempre en nosotros.
Gracias a todas las personas que han colaborado en un proyecto que ya es una realidad.
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